martes, 18 de marzo de 2008

Palestra no. 3 - verano 2005


Editorial - Literatura y política

Los más antiguas e importantes vestigios de literatura que guarda la historia tienen en la realidad y en la experiencia un punto de referencia ineludible. La mitología y la literatura fantástica, aun cuando aparentan lo contrario, parten también del mundo concreto: de la fusión del entorno y lo imaginario.

Por otro lado, existe un elemento cuya función es mantener en pie la vida en sociedad: la política. Entendida a través del tiempo de distintas maneras, y con todo y los pesares que ésta ha traído consigo, la política es un componente que perdura en el carácter del hombre como instinto de supervivencia.

Así, la vinculación entre el arte de la palabra y la política emerge en la mente del escritor, quien se enfrenta una y otra vez al difícil proceso de crear un lugar propio sin poder dejar atrás sus referentes más inmediatos: la realidad, y consecuentemente, la política.

Palabras y hechos para recordar

Sobre este tercer número de la revista se pueden mencionar varios recuerdos que quedaron plasmados en sus páginas. El 2005 fue un año preelectoral, la política nacional envolvió a todos los sectores de la opinión pública y la palestra no quedó fuera de ella. Porque la política permea a todos los ámbitos sociales, incluyendo a la literatura. Fue así que nació este número cargado con la fantasía que a veces suele tener la política real, y de realidad que en ocasiones contiene la literatura.

Con ensayos de Armando González Torres sobre la política en la obra de Gabriel Zaid, y de Francisco Sánchez acerca de el elemento social y político en América Latina en la obra del Gabo, se da cuenta de la ineludible relación entre estas dos disciplinas humanas. Así el llamado número "azul" o "la del gato" presentó entrevistas con Sergio González Rodríguez y Enrique Serna.

La poesía en la revista no quedó fuera. Sus páginas se pintaron con palabras llenas del ritmo de plumas como la de Gema Santamaría, Jorge Antonio Pérez Escamilla (quién también brindó para este número un valioso ensayo sobre la obra de Salvador Elizondo), y Andrés Cinseros de la Cruz. De la misma manera Palestra presentó una breve antología de poetas del estado de Durango en la que aparecen de José ángel Leyva, Lidia Acevedo, María Luisa Iglesias, Gerardo Campillo, Leticia Salazar, Everardo Ramírez, Miguel ángel Ortíz y Fernando Andrade, toda una exhibición de la poesía realizada en el norte de México.

La reseña de libros y revistas no podía faltar. Ahí están las críticas de Ricardo Moya, así como textos de la periodista Laura Canales y Patricia Lorea. El cuento cronicado o crónica contada estuvo a cargo de Adolfo Zepeda quien da cuenta en su texto de la importancia e intervención de los medios de comunicación y sus líderes en la política y en la sociedad. Este número fue un balance perfecto entre realidad y ficción, entre fantasía y política. Un número ilustrado por el artitsa Armando Oleta quien con sus gatos, caballos y mariposas nos recuerda que también somos animales políticos.

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